La reorganización de las comunidades evangélicas en los Estados Unidos frente al endurecimiento migratorio
El 7 de septiembre de 2025, un informe de la Agencia Reuters reveló cómo las comunidades cristianas evangélicas, principalmente hispanas, reorganizaron sus prácticas bajo el creciente impacto de las redadas de migración lideradas por el ICE durante el mandato de Trump. Afectando ciudades como Los Ángeles, Chicago, Dallas y Portland, esta campaña federal ha llevado a una notable disminución del 35 al 70% de la asistencia física de las iglesias locales, cuyas parroquias ahora están recurriendo a cultos virtuales y comuniones de origen.
Funcionarios evangélicos, como Samuel Rodríguez (NHCLC), Emma Lozano (Lincoln United Metited Methodist en Chicago) y Gabriel Salguero, testifican sobre el agotamiento y los desafíos psicológicos inducidos por el miedo a la expulsión, que sufre hoy. Esta transformación de la adoración ha sido aún más marcada desde la decisión federal de levantar, en enero, la protección de «áreas sensibles»: lugares de culto tradicionalmente ahorrados por los agentes del hielo. En Oregon, la participación en los cultos españoles aumentó de 40 a 12 personas, mientras que las escuelas bíblicas y la vida comunitaria colapsaron, un fenómeno también observó en Texas e Illinois.
Los líderes y militantes evangélicos reúnen hoy sus fuerzas, organizando el apoyo psicológico y el atractivo legal. Se han presentado muchas quejas desde julio y todavía están esperando la sentencia ante los tribunales de Massachusetts. Las reacciones oficiales del Departamento de Seguridad Nacional y la Administración Presidencial subrayan una política «de aplicación estricta de la ley», mientras que la comunidad religiosa evoca un ataque grave contra el derecho a la libertad cultural y la cohesión social. Por lo tanto, el informe destaca una mutación rápida, limitada y dolorosa del modelo evangélico estadounidense, entre solidaridad, resiliencia y adaptación forzada frente a la emergencia migratoria.


