El principal pastor de la Iglesia de Journey en Fairfield, Illinois, Chet Snyder, está en el corazón de un escándalo recientemente revelado por los principales medios de comunicación cristianos y regionales. Detenido a principios de septiembre de 2025, Snyder fue objeto de múltiples cargos de agresión sexual hacia dos hombres jóvenes, identificados en documentos judiciales bajo las iniciales TS y HD, eventos que se remontan a 2016 hasta su acusación. Según los archivos oficiales, las acusaciones incluyen abuso sexual agravado en un menor, suministro de alcohol a una restricción menor e ilegal, presuntos actos cometidos mientras él era pastor y entrenador en la frontera de la universidad comunitaria.
La comunidad de Fairfield y la de la Iglesia del viaje han sido fuertemente sacudidas, el caso despertó reacciones entre los miembros, las autoridades y la prensa especializada, en particular sobre la gobernanza y la credibilidad de los megachuchs estadounidenses. El pastor Snyder, una figura local respetada hasta entonces, fue suspendido de sus deberes durante la continuación de la investigación y sigue esperando el juicio. Los funcionarios y la universidad de la iglesia han confirmado su permiso, asegurando su cooperación con las autoridades competentes.
Este escándalo destaca el impacto de los casos judiciales públicos en los cuerpos pastorales, enfatizando la importancia de la transparencia y la gobernanza en el entorno evangélico. Los problemas se relacionan con la confianza de los fieles y con la reputación de las instituciones religiosas locales y nacionales. Las reacciones al caso muestran la necesidad de adaptar las estructuras de control y comunicación para preservar la integridad del liderazgo pastoral.


